Dos veces al año, -primavera y otoño- la Ciudad de México, se llena de hermosos árboles de jacarandas que iluminan con su flor azul violáceo, las principales calles de la gran metrópoli. Cada año, cientos de árboles de jacaranda se convierten en protagonistas de magníficos paisajes en calles, jardines, plaza y avenidas principales de la Ciudad de México.

La palabra jacaranda viene del portugués “yacaranda”, que significa “oloroso” aunque no despide un aroma que se perciba. Pero las jacarandas no son mexicanas, son originarias de Brasil y Paraguay, que llegaron a México a inicios del siglo XX por los japoneses Tasuguro Matsumoto y su hijo Sanshiro Matsumoto y por un gusto de Plutarco Elías Calles.

A inicios de la primavera, el paisaje de Japón se llena de la flor de los cerezos, o “sakura”, que decora, al igual que lo hace la jacaranda en México, las calles y parques de las ciudades. A inicios de 1912, como señal de amistad entre Japón y Estados Unidos, el entonces alcalde de Tokio le obsequió a la ciudad de Washington un total de 3,000 cerezos. La historia cuenta que unos años después, durante un viaje, Plutarco Elías Calles vio las calles de Washington llenas de cerezos, por lo que, a través Pascual Ortiz Rubio, quien ocupaba el cargo del país en ése entonces, encarga a Tatsugoro Matsumoto, uno de los primeros japoneses que llegaron a México en 1897, a plantar cerezos. Lamentablemente, las condiciones climáticas en la Ciudad de México no permitían la plantación de estos árboles, por lo que el experto en jardinería, Tatsugoro Matsumoto eligió la jacaranda o minosifolia (su nombre científico), un árbol con flores de azul intenso, o morado, que puede alcanzar 20 metros de altura.

En México, la jacaranda es solo ornamental y no se suele usar ni para madera ni para alimento; sin embargo, algunos estudios le atribuyen algunas propiedades benéficas a sus hojas, flores y corteza. El conocimiento popular, dice que puede ayudar en el tratamiento de males gastrointestinales y aliviar algunos dolores, además de curar heridas de la piel pero mientras nos ayudas a preguntar alguna otra propiedad, disfruta de esta emblemática flor que ya se siente y se vive mexicana.

Jacarandas

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