Te invito a que hagas un viaje con la imaginación a la década de los 70, en el auge de esa la gran ciudad industrial que albergaba a más 800 empresas y fungía como sede de las 71 marcas más importantes del país. A esa zona se le conoce como la Industrial- Vallejo.
Aunque la zona sigue activa, su movimiento ha disminuido y también los recursos de transportación.
Regresemos al momento, y ahora imagina toda esa grandeza de las industrias que, incluso, compartían líneas ferroviarias para facilitar la carga y el traslado de sus mercancías. ¡Eso era diseño urbano con fines productivos!
Lo que ahora hacen los tráileres, de estacionarse frente a las bodegas para cargar mercancía, antes lo hacía el tren y es por eso que había rutas de vías que cruzaban por la parte trasera de las bodegas de las empresas para programar su estancia y llevar la producción a sus destinos. ¡Imagina que proyección!.
Aún se da el paso de algunas líneas ferroviarias por la zona, pero no tiene comparación con las primeras décadas del siglo XX, cuando la Industrial-Vallejo se consolidó como la gran ciudad dedicada a la producción. De hecho, cuentan los historiadores, que fue en los 60 y 70 que está zona alcanzó tal apogeo que disparó la migración de las zonas rurales a la gran ciudad. Y, en medio de todo ese ajetreo, el tren se encargaba de darle vida y movilidad.
El conflicto ferroviario paralizó el flujo del gran gusano metálico, pero sus vías se niegan a desaparecer. Aún esperan el sonido del silbato que anuncia su llegada. Tú puedes caminar por sus rieles, visita la colonia y (tomando tus precauciones de seguridad), has un viaje por el tiempo. La línea del metrobús que va de Xola a Tenayuca, y bajarte en Vallejo o en las estaciones aledañas.