Cuando llegues a este parque, lo primero que descubrirás es que se encuentra bajo el nivel de la superficie de la avenida, a eso debe su nombre de “Parque Hundido”, y se ha convertido en unos de los más emblemáticos de la Ciudad de México.
Otra cosa que notarás, es que se ubica en una zona de alto movimiento por los comercios, las viviendas y los espacios recreativos de la colonia Del Valle, en la Alcaldía Benito Juárez. De hecho, siempre se agradece que en medio de tanto ajetreo haya paraísos verdes, ¿no lo crees?
“El Parque Hundido”, era conocido como el Bosque Noche Buena, ya que sus árboles y plantas fueron sembrados en los resquicios de la fábrica de ladrillos que llevaba ese nombre. De hecho, la colonia que rodea al parque lleva ahora ese nombre, Noche Buena.
Fue en el siglo XIX, cuando la fábrica tuvo su lucidez. En ese terreno abundaba la arcilla y se explotaba como ladrillos. Evidentemente, al escarbar se fue hundiendo el terreno para quedar con la superficie que ahora conocemos. En aquella época los niños, niñas y todo lugareño bajaba a jugar a la fábrica abandonada por lo que, a principios del siglo XX, se determinó sembrar árboles y plantas para convertir el espacio en un bosque recreativo.
En la década de los 30 cambia su nombre a Parque Hundido y se construye su emblemático reloj de flores, una pieza artesanal enorme que se hizo con dos toneladas de piedras del río para que reflejaran los minutos, y se puso en un lugar estratégico para que cualquiera pudiera ver la hora sin importar el sitio en el que se encontrara.
Cuando visites el parque, sumérgete en todos sus rincones hasta que encuentres dos bancas estilo Art Decó que fueron donadas en 1935 por un hotel que se llamaba Don Julián, y por la Lotería Nacional. Están en perfecto estado y dan muestra de la época.
Visita el parque, toma el metrobús sobre insurgentes y baja en la estación que lleva su nombre. También puedes llegar por el metro Mixcoac y caminar un poco.